Editorial Farmatodo.

La gripa es una enfermedad viral que afecta a millones de personas cada año y en más de un momento. Sus síntomas, como la congestión nasal, la tos, el dolor de garganta y los estornudos, pueden ser incómodos y afectar nuestra calidad de vida. Para aliviar estos síntomas, muchas personas recurren a los antigripales, medicamentos diseñados específicamente para combatir el resfriado. En este artículo vamos a explorar el uso de los antigripales y cómo pueden ayudarnos a sentirnos mejor durante la duración del resfriado.

¿Qué son los antigripales?

Los antigripales son medicamentos diseñados específicamente para aliviar los síntomas del resfriado común. Estos medicamentos de venta libre suelen ser una combinación de diferentes ingredientes activos que actúan sobre los síntomas más comunes del resfriado como la congestión nasal, la fiebre, el dolor de cabeza y el malestar general.

Los antigripales suelen contener analgésicos para reducir el dolor y la fiebre, antihistamínicos para aliviar la congestión nasal, descongestionantes para reducir la hinchazón de las vías respiratorias y expectorantes para ayudar a expulsar la mucosidad. La combinación de estos ingredientes en un solo producto ayuda a aliviar múltiples síntomas del resfriado al mismo tiempo.

Es importante leer las etiquetas y seguir las instrucciones del fabricante al usar los antigripales para garantizar un uso seguro y efectivo. Siempre es recomendable consultar con un médico o farmacéutico si tienes alguna pregunta o preocupación específica sobre los antigripales y su uso adecuado.

¿Cómo funcionan los antigripales?

Los antigripales actúan en el organismo de diferentes maneras para aliviar los síntomas del resfriado común. A continuación, se describen algunas de las acciones comunes de los ingredientes presentes en los antigripales:

• Analgésicos: los analgésicos ayudan a reducir el dolor de cabeza, los dolores corporales y la fiebre asociados con el resfriado. Estos medicamentos actúan bloqueando la producción de sustancias químicas llamadas prostaglandinas, que son responsables de la sensación de dolor y fiebre en el cuerpo.
• Antihistamínicos: los antihistamínicos son efectivos para aliviar la congestión nasal, los estornudos y la picazón en los ojos y la nariz. Estos medicamentos bloquean la acción de la histamina, una sustancia química producida por el cuerpo en respuesta a la presencia de alérgenos o irritantes. Al reducir la producción de histamina, los antihistamínicos ayudan a aliviar la congestión nasal y los síntomas relacionados.
• Descongestionantes: los descongestionantes ayudan a reducir la hinchazón de los vasos sanguíneos en la nariz y las vías respiratorias superiores. Esto facilita la respiración al abrir las vías respiratorias congestionadas y reducir la obstrucción nasal. Los descongestionantes pueden estrechar los vasos sanguíneos y disminuir la producción de moco, aliviando así la congestión nasal.
• Expectorantes: los expectorantes ayudan a aflojar y expulsar la mucosidad acumulada en los pulmones y las vías respiratorias. Estos medicamentos actúan diluyendo el moco espeso y facilitando su expulsión al toser. Al hacerlo, ayudan a aliviar la congestión en el pecho y la sensación de opresión.

Es importante tener en cuenta que los antigripales son medicamentos sintomáticos y no tratan la causa del resfriado. Su objetivo principal es proporcionar alivio temporal de los síntomas para que te sientas más cómodo durante el proceso de recuperación.

Además, los antigripales pueden contener diferentes combinaciones de estos ingredientes y pueden variar según el fabricante y el producto específico. Por lo tanto, es esencial leer y seguir las instrucciones proporcionadas en el envase del medicamento y, si tienes alguna duda o preocupación, consultar a un profesional de la salud o farmacéutico para obtener orientación adicional.

¿Cuándo debes usar un antigripal?

Será necesario utilizar un antigripal si tienes algunos de los siguientes síntomas:

• Congestión nasal: si tienes la nariz congestionada y te resulta difícil respirar normalmente debido a la acumulación de mucosidad en las vías respiratorias, los antigripales pueden ayudar a aliviar esta congestión y mejorar tu capacidad para respirar.
• Estornudos y secreción nasal: los antigripales pueden ayudar a reducir los estornudos frecuentes y la secreción nasal excesiva asociada con el resfriado, proporcionando un alivio temporal de estas molestias.
• Dolor de cabeza y malestar general: si experimentas dolor de cabeza, dolores corporales y malestar general como parte de los síntomas del resfriado, los analgésicos presentes en los antigripales pueden ayudar a reducir estas molestias y mejorar tu sensación de bienestar.
• Fiebre: si tienes fiebre debido al resfriado, los antigripales que contienen analgésicos pueden ayudar a reducir la temperatura corporal y aliviar la fiebre.

Es importante tener en cuenta que los antigripales no curan el resfriado ni aceleran el proceso de recuperación. Ellos te van a proporcionar alivio temporal de los síntomas mientras tu sistema inmunológico combate la infección viral. Por lo tanto, los antigripales se utilizan cuando los síntomas son significativamente molestos e interfieren con tus actividades diarias normales.

Precauciones y advertencias

Aunque los antigripales son generalmente seguros para la mayoría de las personas, es importante tener en cuenta algunas precauciones y advertencias:

• Lee las etiquetas: asegúrate de leer cuidadosamente las etiquetas de los antigripales y comprender los ingredientes activos y las posibles interacciones con otros medicamentos que puedas estar tomando.
• Sigue las instrucciones: utiliza los antigripales según las indicaciones del fabricante y no excedas la dosis recomendada. Si tienes alguna duda, consulta con un farmacéutico o profesional de la salud.
• Contraindicaciones: algunas personas con ciertas condiciones médicas, o que están tomando otros medicamentos, pueden tener contraindicaciones para el uso de ciertos ingredientes de los antigripales. Es importante hablar con un médico o farmacéutico si tienes alguna preocupación o afección médica preexistente.
• Uso a largo plazo: los antigripales no deben usarse a largo plazo o de manera crónica, ya que pueden tener efectos secundarios no deseados. Si tus síntomas persisten durante más de unos pocos días, es importante buscar atención médica.
• Seguir medidas preventivas: los antigripales no previenen el resfriado. Es importante seguir medidas preventivas, como lavarse las manos regularmente, cubrirse la boca y la nariz al estornudar o toser, y evitar el contacto cercano con personas enfermas, para reducir el riesgo de contraer resfriados.

Recuerda que cada persona es diferente, y lo que funciona para uno puede no funcionar igual para otro. Si tienes dudas o preguntas específicas sobre los antigripales, es recomendable consultar a un profesional de la salud o farmacéutico, quienes podrán brindarte orientación personalizada y recomendaciones adecuadas a tu situación.

En resumen, los antigripales pueden ser útiles para aliviar temporalmente los síntomas del resfriado común. Es importante utilizarlos con precaución, seguir las indicaciones y buscar atención médica si los síntomas no mejoran o empeoran. Además, recuerda que la prevención y el autocuidado son fundamentales para reducir el riesgo de contraer resfriados.