Dieta blanda y alimentos para una buena digestión

Editorial Farmatodo.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) define dieta como “la mezcla de alimentos sólidos y líquidos que un individuo o grupo de individuos consume”, es decir, que la dieta responde a la cultura alimenticia. La digestión, por su parte, es el proceso mediante el cual el alimento que un ser humano consume es trasformado, gracias a la acción de su aparato digestivo, en sustancias que su organismo es capaz de asimilar.

Lo anterior explica por qué la dieta es tan importante para lograr una buena digestión y, en el mismo orden, para lograr una buena salud física e incluso mental.

Hay muchos tipos de dietas y no existe tal cosa como una única dieta milagrosa que les funcione a todos los organismos. Este artículo abordará una de las dietas que mejor facilitan los procesos digestivos, debido a que está basada en alimentos menos pesados: la dieta blanda. No obstante, para encontrar el tipo de alimentación que se acomoda a tus necesidades te recomendamos buscar el acompañamiento de los especialistas de la salud y la nutrición.

¿En qué consiste una dieta blanda?

Se le conoce como dieta blanda, o dieta de protección gástrica, al tipo de alimentación en la cual se consumen productos fáciles de digerir: bajos en grasas, fibras, condimentos y, en general, bajos en componentes irritantes o que hagan más lento el proceso de digestión. De ahí que se restringe también la ingesta de sales, cafeína, picante y alcohol, así como alimentos crudos y fritos.

El propósito de este régimen alimenticio, que debe iniciarse solo bajo recomendación médica, es reducir la secreción de jugos gástricos que participan en la digestión, para facilitar la recuperación del organismo y su adaptación a una nueva forma de alimentación.

Usualmente, un paciente requiere de una dieta blanda tras una intervención quirúrgica en el estómago, como un balón gástrico, o en los intestinos, como una colostomía que se practica en el intestino grueso. Esta alimentación también es funcional para el tratamiento de afecciones como úlceras y acidez gástrica, la enfermedad por reflujo gastroesofágico ERGE, gastroenteritis crónica, diarrea, problemas en los dientes, entre otras.

¿Qué alimentos consumir durante una dieta blanda?

• Verduras cocidas o vaporizadas.

• Arroz blanco.

• Productos lácteos bajos en grasa.

• Compotas o frutas en puré.

• Jugos bajos en azúcar y fibra.

• Papa cocida, no frita.

• Tofu.

• Crema o mantequilla de maní baja en sodio (sal).

• Carnes blancas y magras como pollo, pavo y pescado blanco; la carne no debe estar frita, sino, preparada a la parrilla, sin grasa adherida, sudada u horneada.

• Caldos sin condimento.

• Huevos.

• Productos a base de harina blanca refinada como pan o galletas.

• Gelatina.

• Helados sin lactosa como paleta de hielo o de agua.

• Infusiones que ayuden a la digestión como té de manzanilla, canela o hierbabuena.

Además, se recomienda que durante este tipo de dieta el paciente coma con más regularidad en el trascurso del día, pero porciones más pequeñas que lo ayuden a acelerar su metabolismo; que se abstenga de fumar si tiene este hábito, que consuma los alimentos a temperatura ambiente: ni fríos ni calientes, que beba abundante líquido, pero que lo haga con lentitud, que mastique lenta y completamente los alimentos, que no ingiera nada al menos dos horas antes de irse a dormir y que evite por completo los alimentos que están en la lista de “no consumir”.

¿Qué alimentos no se deben consumir?

• Alcohol.

• Bebidas con cafeína.

• Bebidas gaseosas.

• Cítricos.

• Dulces.

• Lácteos con alto contenido graso.

• Ensaladas con verduras crudas.

• Nueces y semillas (frutos secos).

• Frutas deshidratadas.

• Productos preparados con harinas integrales.

• Alimentos con alto contenido de azúcar.

• Alimentos fritos o procesados con grasa.

• Encurtidos y alimentos fermentados.

• Ajo, ají y especias en general.

• Carnes ahumadas, sazonadas, curadas.

• Hortalizas como brócoli, pepino, repollo, aguacate, maíz, coliflor y pimentón, entre otras que produzcan gases.

Tipos de dieta blanda

Existen tres clases de dieta blanda y cada una busca propósitos diferentes. Recuerde que la persona idónea para recomendarte la que necesitas es únicamente tu proveedor de salud.

  1. Dieta blanda astringente: este régimen se usa para tratar afecciones gástricas como diarrea, gastritis y dolores de estómago, entre otros problemas.
  2. Dieta blanda no astringente: con esta forma de alimentación se tratan problemas para tragar y es útil para pacientes con dificultades para masticar, es ideal para personas con el esófago o la garganta en inflamación.
  3. Dieta blanda específica: este tipo de dieta es la que recomiendan los especialistas antes de procedimientos quirúrgicos.

Duración de la dieta blanda

Este es un régimen alimenticio de corta duración, normalmente se lleva a cabo durante una semana o menos, y lentamente el paciente podrá retornar a una alimentación regular sin mayores restricciones. Recuerde que su proveedor o proveedora de salud es la persona encargada de especificar el momento a partir del cual puede ingerir otros alimentos a su dieta.

Así mismo, es importante resaltar que mantener una alimentación saludable y equilibrada después de la dieta blanda es fundamental para el buen funcionamiento del organismo. Para lograr el propósito de una alimentación sana, tal vez sea necesario buscar la asesoría o el acompañamiento de un nutricionista.

Importancia de una buena digestión

La buena digestión es el resultado de tu cultura alimenticia más otros hábitos de vida saludables que, en general, mantienen tu cuerpo en óptimas condiciones físicas y mentales. Para digerir bien lo que consumes, es importante que empieces por elegir con consciencia de qué te alimentas, a esta práctica, además, debes sumarle otros hábitos como comer en las horas establecidas, no saltarse las comidas y saber qué le cae bien a tu organismo y que no.

Es importante que agregues a tu dieta frutas y verduras frescas, proteína (animal si eres omnívoro, o vegetal para veganos y vegetarianos) de buena procedencia, grasas naturales, carbohidratos moderados, abundante líquido y, en general, alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales.

Es importante evitar alimentos muy procesados o con muchos químicos, el exceso de azúcares y grasas, alimentos trasnochados y todo aquello que tu organismo rechace, aun si la nutrición dice que es saludable.

La actividad física también activa la buena digestión y mejora tu calidad de vida, pues libera hormonas como dopamina, serotonina y endorfina, sustancias responsables de general placer y que hacen que el organismo funcione correctamente. Si no practicas ningún deporte o haces actividad física con regularidad, caminar 30 minutos al día es un buen comienzo.

Darle a tu cuerpo buen sueño, buen descanso y buena hidratación también es fundamental para mantener activa tu digestión.

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Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.

Preguntas Frecuentes


¿Puedo usar una dieta blanda para adelgazar?

El propósito de este régimen alimenticio es tratar ciertas afecciones de salud y la obesidad no es una de ellas, por lo que este tipo de dieta no se recomienda en procesos de adelgazamientos. Si tu intención es bajar de peso, busca asesoría médica y de un nutricionista para planear el tipo de alimentación y de rutinas ideales para ti.

¿Cuál es un buen desayuno para una dieta blanda?

Lo recomendable es algo ligero y en una porción reducida, por ejemplo: una porción de fruta de fácil digestión como manzana, pera o papaya, acompañada de huevos cocidos y pan o cereal con leche. Tu médico de confianza te puede asesorar con más opciones de dieta.

¿Cómo sé si tengo una mala digestión?

La presencia de dolores abdominales constantes e inexplicables, dolor en el colon, diarrea o estreñimiento frecuentes, sensación de llenura al comer, entre otros síntomas podrían delatar que está sufriendo de mala digestión. Visita a tu médico de confianza si tiene sospechas al respecto.