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Imagínate que vas en un largo viaje por carretera y te duermes sobre uno de tus brazos por un largo periodo de tiempo, cuando despiertes sentirás en tu extremidad una incómoda sensación de cosquilleo interno, a veces mezclado con leve dolor. Lo mismo podría sucederte en las pantorrillas después de correr una maratón o nadar durante horas sin la preparación física necesaria. Esa sensación, comúnmente conocida como calambre, es un espasmo muscular.
Los músculos son los tejidos blandos que recubren tus huesos y sobre los cuales se soportan las funciones de fuerza y movimiento, debido a su capacidad de contracción y relajación. Los espasmos musculares, también conocidos como tirones, son movimientos súbitos e involuntarios que realizan tus músculos como consecuencia de un factor interno o externo que les genera estrés y que hace que se tensen o que se pongan extremadamente rígidos.
Los espasmos musculares pueden presentarse en cualquier músculo del cuerpo, sin embargo, las partes más propensas a sufrirlos son:
• Músculos ubicados en la caja torácica (intercostales).
• Manos.
• Brazos.
• Abdomen.
• Muslos.
• Pantorrillas.
Los espasmos podrían durar algunos segundo, inclusive minutos, y en algunas circunstancias la molestia que causa puede generar dolor. Entre las causas más frecuentes de espasmos musculares se encuentran:
• Repetición: el uso exagerado y sin descanso de uno o varios músculos que se fatigan al extremo. Suele sucederles principalmente a los deportistas de alto rendimiento o cuando se practica actividad física en exceso.
• Por compresión de nervios.
• Por deshidratación.
• Por descompensación o baja en los minerales que el cuerpo necesita como calcio, magnesio y potasio.
• Por mala circulación o poca irrigación sanguínea.
• Durante el embarazo podrían ser comunes.
• Algunos medicamentos generan espasmos musculares.
• Vestir ropa muy apretada.
• Posiciones corporales que corten la circulación por mucho tiempo.
• La fatiga y la falta de sueño.
• Estar expuesto a muy altas o muy bajas temperaturas.
• Causas desconocidas.
Todas las personas son propensas a experimentar espasmos musculares, no obstante, estos son más comunes en deportistas o atletas, en personas con obesidad, en mujeres en estado de gestación, en adultos mayores y en personas con enfermedades nerviosas o que sufren de la tiroides.
• La edad: como consecuencia de la pérdida de masa muscular y de la elasticidad, los músculos van perdiendo la capacidad para resistir esfuerzo y, como resultado, se estresan con más facilidad.
• Acondicionamiento físico insuficiente: si tu cuerpo no está física y mentalmente preparado para abordar una actividad física extenuante, es mejor que se prepare apropiadamente para ello, de lo contrario, sus músculos podrían fatigarse con más facilidad, lo cual puede devenir en un espasmo muscular.
• Sudoración excesiva: a través de la traspiración tu sistema regula la temperatura corporal, la sudoración excesiva podría ser un síntoma de deshidratación, la cual podría conducir a sufrir calambres.
• Sobrepeso: las personas con sobrepeso necesitan un sobreesfuerzo muscular que podría devenir en la presencia de espasmos.
1. Calentar el cuerpo y estirar antes de la actividad física: preparar tus músculos para el esfuerzo al que son sometidos durante la práctica de algún ejercicio o actividad física les ayuda a tener una mejor respuesta.
2. No extralimitar el cuerpo: escucha siempre las sensaciones corporales, ellas te dirán cuándo es el momento de descansar o si puede exigirte un poco más.
3. Mantenerse hidratado: sobre todo cuando haces ejercicios en un clima muy caliente o la práctica deportiva es muy intensa. Las bebidas con electrolitos ayudan a mantener estables tus niveles de minerales.
4. Vestirse apropiadamente: si va a realizar alguna actividad física, cuida que tu ropa y zapatos sean los adecuados para el tipo de ejercicio que vas a realizar, y que se ajuste a la forma y necesidades de tu cuerpo. La ropa inadecuada podría llevarle a sufrir la molestia o el dolor de un espasmo muscular.
5. Llevar una alimentación balanceada: en general, alimentarte bien puede ayudarte a prevenir muchas afecciones de salud que llegan por cuenta de la descompensación de elementos esenciales, como vitaminas, minerales, proteínas, ente otros, que necesita tu cuerpo.
6. Practicarse chequeos médicos con regularidad: visitar a tu médico es importante para la prevención y temprana detección de cualquier enfermedad.
Los espasmos musculares son incómodos, pero no suelen generar dolor. Ante la presencia de un calambre, respire y guarde la calma, desesperarse puede incrementar la sensación de molestia. También puedes intentar:
• Si puede estirar delicadamente el músculo y masajearlo con suavidad, hágalo; esto ayudará a aliviar la sensación, si no puede hacerlo por su cuenta, pida ayuda a alguien.
• Si el músculo está muy tenso, aplique calor y acompañe con un masaje.
• Si el músculo duele, aplique hielo y acompañe con un masaje.
• No olvide que hidratarse es fundamental.
• Cuando el espasmo es causado por compresión de nervios o un nervio pinzado, libere el nervio de la compresión.
Tenga presente que, si el espasmo es causado por una afección de salud, resolverla ayudará a aliviar la presencia de calambres. Por lo tanto, es importe que, si experimenta esta situación con regularidad y desconoce la razón, visite a su médico.
La presencia de un espasmo muscular no es en sí misma una afectación grave a su salud. Este puede aliviarse fácilmente con los cuidados apropiados, además, los calambres en los músculos no llegan a durar más que algunos minutos, aun si no se hace nada para aliviaros. Sin embargo, es aconsejable consultar con su proveedor de salud en algunos casos, por ejemplo:
• Sus calambres son más frecuentes de lo común y afectan su calidad de vida.
• Los calambres están acompañados de dolores severos.
• El estiramiento previo a la actividad física no tiene efectos.
• Son calambres muy prolongados y su alivio toma mucho tiempo.
• Presenta debilidad y fatiga muscular con frecuencia: antes, durante y después del espasmo.
• Además del calambre, experimenta enrojecimiento, inflamación y sensación de calor en el área afectada.
Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un
soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de
presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los
tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca
automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.
Generalmente, los calambres se producen como consecuencia de un estímulo, por lo tanto, sufrir un espasmo en reposo podría estar alertándote de algo más que está sucediendo en tu cuerpo. Visita a tu especialista médico y cuéntale qué otros síntomas te parecen fuera de lo común.
Probablemente tendrás que detener la actividad física mientras alivias el espasmo muscular; después podrás retomar con naturalidad, si aún te sientes en capacidad de continuar con el ejercicio.
La falta de vitamina D podría estar asociada con la presencia de espasmos musculares, pero no es determinante. Si consideras que te falta esta u otras vitaminas consulta a tu proveedor de salud para practicarte un chequeo médico completo.