¿Por qué sufrimos mal olor en las axilas y cómo combatirlo?

Editorial Farmatodo.

La bromhidrosis, o el mal olor en las axilas, es un problema común que afecta a muchas personas, pero a menudo existe un desconocimiento generalizado sobre esta condición. Muchas personas pueden sentir vergüenza o incomodidad al hablar sobre el tema, lo que lleva a un silencio y falta de información al respecto.

Esto puede generar una falta de comprensión sobre las causas del mal olor y las medidas que se pueden tomar para combatirlo. Es importante romper este tabú y promover la educación sobre la bromhidrosis para que las personas afectadas puedan obtener el apoyo y la orientación adecuada, que les ayude a abordar el problema de la mejor manera y a mejorar su calidad de vida. Por eso en este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta situación.

¿Qué es el mal olor en las axilas?

La bromhidrosis, conocida como mal olor en las axilas, es una condición en la cual las personas experimentan un olor desagradable y persistente en las axilas. Suele ser causada por la descomposición bacteriana del sudor producido por las glándulas sudoríparas en esa área. Aunque el sudor en sí mismo es inodoro, las bacterias presentes en la piel descomponen los compuestos químicos del sudor y liberan sustancias malolientes.

Causas del mal olor en las axilas

Sabemos que el mal olor en las axilas puede ser muy vergonzoso para quien lo sufre, por eso, es bueno que conozcamos algunas de las causas que lo producen.

• Higiene inadecuada: cuando no se realiza una limpieza adecuada en esta área, las bacterias presentes en la piel pueden multiplicarse y descomponer los compuestos químicos del sudor, lo que produce olores desagradables. Las axilas son propensas a acumular sudor y restos de productos como desodorantes, lociones o residuos de ropa. Si no se lavan adecuadamente, estas sustancias pueden mezclarse con las bacterias presentes en la piel y crear un ambiente propicio para su crecimiento.
• Transpiración excesiva: las personas que sudan más de lo normal, conocido como hiperhidrosis, tienen un mayor riesgo de sufrir mal olor en las axilas, ya que hay más sudor disponible para que las bacterias lo descompongan.
• Tipo de sudor: el sudor producido por las glándulas apocrinas, presentes principalmente en las axilas y la región genital, tiende a ser más espeso y rico en proteínas, lo que facilita un ambiente en el que pueden crecer las bacterias y comenzar el mal olor.
• Dieta: algunos alimentos y bebidas, como el ajo, las cebollas, las especias fuertes, el alcohol y la cafeína, pueden contribuir al mal olor corporal, incluido el olor en las axilas.
• Cambios hormonales: las hormonas pueden influir en la actividad de las glándulas sudoríparas, lo que puede aumentar la producción de sudor y favorecer el crecimiento bacteriano.
• Condiciones médicas subyacentes: en algunos casos, ciertas condiciones médicas como la hiperhidrosis (sudoración excesiva) o problemas metabólicos pueden contribuir al mal olor en las axilas.

Tratamientos para el mal olor en las axilas

• Higiene adecuada: la higiene adecuada es fundamental para controlar el mal olor en las axilas. Asegúrate de lavar las axilas regularmente con agua tibia y jabón antibacterial suave. Presta especial atención a esta área y asegúrate de enjuagar bien para eliminar cualquier residuo de productos o sudor acumulado.
• Desodorantes y antitranspirantes: utilizar desodorantes y antitranspirantes de calidad puede ser de gran ayuda para combatir el mal olor en las axilas. Los desodorantes enmascaran los olores y los antitranspirantes ayudan a controlar la sudoración. Busca productos que contengan ingredientes como bicarbonato de sodio, alcohol, extractos naturales o agentes antibacterianos.
• Cambio de ropa frecuente: el uso de ropa limpia y fresca es esencial para prevenir el mal olor en las axilas. Cambia de ropa regularmente, especialmente en días calurosos o después de realizar actividades físicas intensas. Opta por tejidos transpirables como el algodón, que permiten que la piel respire y evitan la acumulación de humedad.
• Depilación adecuada: la presencia de vello en las axilas puede contribuir al mal olor, ya que las bacterias pueden adherirse con mayor facilidad. Considera la opción de depilar o recortar el vello de las axilas para mantener una mejor higiene y reducir el riesgo de olores desagradables.
• Tratamientos médicos: en casos de bromhidrosis persistente o severa, es recomendable consultar a un dermatólogo. Estos profesionales pueden ofrecer opciones de tratamiento más avanzadas, como el uso de productos con cloruro de aluminio, tratamientos con toxina botulínica (Botox) o incluso cirugía en casos extremos.
• Dieta saludable: algunos alimentos, como el ajo o las cebollas, pueden contribuir al mal olor corporal, incluyendo el de las axilas. Mantener una dieta equilibrada y rica en frutas y verduras puede ayudar a reducir el mal olor en general.

Tips para lavar las axilas

• Utiliza agua tibia: asegúrate de que el agua esté a una temperatura tibia para lavar las axilas. El agua caliente puede irritar la piel y el agua fría no es tan efectiva para eliminar las bacterias y la acumulación de sudor.
• Usa jabón suave: elige un jabón suave y libre de fragancias o ingredientes irritantes para limpiar las axilas. Evita los jabones fuertes o antibacterianos, ya que pueden ser demasiado agresivos para la piel sensible de las axilas.
• Frota suavemente: utiliza movimientos suaves y circulares para frotar el jabón en las axilas. Evita frotar con demasiada fuerza, pues esto puede irritar la piel y causar molestias.
• Lava toda el área: cubre toda la superficie de las axilas al lavarlas, incluyendo la parte superior, inferior y los lados. Presta especial atención a las zonas donde se acumula más sudor y bacterias.
• Enjuaga completamente: asegúrate de enjuagar bien las axilas con agua tibia para eliminar todo el jabón y residuos. Los restos de jabón pueden dejar una sensación pegajosa o irritar la piel.
• Seque completamente: después de lavar las axilas, sécalas completamente con una toalla suave. La humedad residual puede favorecer el crecimiento bacteriano, por lo que es importante secar bien el área.
• Evita el uso de esponjas o cepillos ásperos: las axilas son una zona delicada, por lo que es mejor evitar el uso de esponjas o cepillos ásperos que puedan causar irritación. Utiliza tus manos para lavar suavemente el área.

¿Cuándo consultar al médico por mal olor en las axilas?

Es recomendable consultar a un médico si experimentas un mal olor persistente en las axilas que no mejora a pesar de seguir una buena higiene personal y utilizar productos desodorantes o antitranspirantes. Además, es importante buscar atención médica si el olor viene acompañado de otros síntomas como picazón, enrojecimiento, inflamación o dolor en las axilas.

También se aconseja consultar a un médico si el mal olor en las axilas interfiere significativamente con tu calidad de vida, afectando tu confianza, relaciones sociales o bienestar emocional. Un profesional de la salud, como un dermatólogo, podrá evaluar tu situación individual y brindarte un diagnóstico preciso, así como recomendar el tratamiento adecuado.

Además, si experimentas una sudoración excesiva en las axilas que afecta tu vida cotidiana, incluso después de haber intentado medidas de autotratamiento, es recomendable buscar atención médica. La hiperhidrosis severa puede tratarse con opciones médicas, como medicamentos orales, toxina botulínica o cirugía, y un médico podrá evaluar tu caso y discutir contigo las opciones disponibles.