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Los ovarios son glándulas que hacen parte del sistema reproductor de la mujer, son los responsables de la producción de hormonas sexuales femeninas: estrógenos y progesterona; así mismo, son los encargados de la ovulación, período durante el cual los folículos de tus ovarios liberan óvulos, para luego recogerse y volver a su tamaño natural; si esta liberación no llega a producirse, o si tus ovarios no se encogen después de terminado el proceso, podría producirse un quiste.
Más específicamente, los quistes en los ovarios son sacos que se llenan de líquido y que están ubicados sobre o adentro de tus ovarios. Usualmente, no representan un problema para la salud, pues el cuerpo los depura y desaparecen por sí solos, es más, la mayoría de mujeres han tenido o tendrán en su vida quistes ováricos.
En general, los quistes en los ovarios son formaciones muy pequeñas y no causan ninguna sintomatología, sin embargo, si tu cuerpo no los elimina y si estas formaciones aumentan su tamaño, podrías empezar a experimentar sensaciones en la zona pélvica o parte baja del abdomen como:
• Inflamación.
• Presión.
• Dolor hacia el lado donde se ubica el quiste.
• Exagerada necesidad de micción (orinar).
• Dolor al orinar o dar del cuerpo.
• Dolor exagerado durante el periodo menstrual.
• Dolor inusual durante la relación sexual.
• Náuseas y vómito sin explicación aparente.
• Sangrado vaginal anormal.
• Sensibilidad exagerada o anormal en los senos.
En caso de presentar esta sintomatología, lo más recomendable es acudir a tu médico de confianza o proveedor de salud para que te practiques un examen pélvico.
Ante la presencia de quistes en tus ovarios, es probable que tu médico te aconseje esperar para verificar la reacción de tu cuerpo: eliminar la formación o no. Si el cuerpo no la depura y, por el contrario, el quiste se hace más grande, este podrá ser tratado con medicamentos o necesitar cirugía.
La intervención quirúrgica para eliminar un quiste de tus ovarios será necesaria bajo las siguientes circunstancias:
• La paciente experimenta fuerte dolor.
• La paciente ya pasó la menopausia.
• El quiste sigue aumentando su tamaño.
• El quiste se ha estrangulado.
• Hay presencia de sagrado cuando no debería.
A partir de los 21 años, o después de iniciada su vida sexual, es recomendable que las mujeres se practiquen un chequeo ginecológico con regularidad para evaluar la salud de su sistema reproductivo. Lo aconsejable es realizarse una citología anualmente o, al menos, cada tres años entre los 21 y los 30, y cada cinco años de los 30 en adelante.
Este examen podría señalar de la presencia de quistes en tus ovarios y hacerles el respectivo seguimiento, además, podría advertirte de otras afecciones como el Virus del Papiloma Humano (VPH) y cáncer de ovarios o de cuello uterino.
Ante la presencia de quistes de ovarios, otros exámenes podrían ser necesarios, por ejemplo: pruebas de embarazo, chequeo de tus niveles de hormonas, análisis de sangre, ultrasonido y/o ecografías.
En realidad, los quistes de ovario no se pueden prevenir y son tan comunes que, generalmente, no necesitan ser tratados, solo en muy pocas ocasiones. Según las investigaciones médicas, alrededor del 8% de los casos de pacientes con quistes en los ovarios llegan a necesitar tratamiento.
Ante la continua aparición de quistes que generan sintomatología, evita autodiagnosticarte y automedicarte, y visita a tu proveedor de salud. Una vez evaluada tu situación, tu médico podría optar por:
• Medicamentos: lo más probable es que te prescriban anticonceptivos hormonales, estos regulan la ovulación, con lo cual disminuye la posibilidad de que se formen quistes en tus ovarios. Dependiendo de cada paciente, el especialista podría recomendar otros medicamentos.
• Cirugía: en casos muy específicos en los que el o los quistes representan un peligro para la salud de la mujer, será necesario extraerlo. Si la formación es muy grande, si es cancerosa, si estás en embarazo y tras formarse la placenta no desaparece, la paciente deberá ser sometida a una cirugía para analizar el tejido del quiste, para extraerlo o para extirpar el ovario.
La causa más frecuente es la ovulación irregular. Aunque podría producirse por razones como:
Endometriosis: Afección caracterizada por el crecimiento de tejido mucoso en el exterior del útero, similar al que crece en su interior. Como consecuencia de esta enfermedad, las mujeres pueden sufrir dolores en la parte baja del abdomen, tener dificultades para quedar en embarazo y sufrir de quistes en los ovarios. La endometriosis puede aparecer en cualquier momento durante el período de fertilidad de la mujer.
Condición de nacimiento: Aunque no es común, algunas mujeres podrían nacer con tejido ovárico adicional que al crecer forma un quiste.
Infecciones en los órganos reproductivos: Una infección que se extienda a los ovarios podría ser la causante de quistes en estas glándulas.
Embarazo: Como consecuencia de la gestación, el cuerpo de la mujer produce más hormonas, estas podrían formar quistes en uno de los ovarios para lograr que se forme la placenta. Estos quistes desaparecen naturalmente una vez que la placenta se ha formado, de lo contrario, pueden generar problemas con el embarazo.
Síndrome de ovarios poliquísticos: Este problema de salud es común en mujeres en las que sus ovarios producen niveles de hormonas masculinas (testosterona) más altos de lo normal. Como resultado de esta afección podría presentarse la siguiente sintomatología:
• Crecimiento de quistes.
• Dolor pélvico exagerado.
• Períodos menstruales irregulares.
• Ausencia de la menstruación.
• Infertilidad.
• Subida de peso.
• Parches en la piel.
• Acné.
• Piel grasosa.
• Exceso de vello en muslos, pecho, rostro y/o abdomen.
Esta afección aumenta el riesgo de sufrir otros trastornos de salud como: presión alta, diabetes y enfermedades del corazón.
Aunque no tiene cura, el síndrome de ovario poliquístico puede regularse con una dieta saludable, actividad física regular y siguiendo el tratamiento médico que te recomiende tu proveedor de salud. Las píldoras anticonceptivas son comunes para tratar esta afección.
Todas las mujeres en edad reproductiva son susceptibles de tener quistes en sus ovarios, sin embargo, esto no representa una condición grave; lo más importante es que conozcas tu cuerpo para que detectes si puedes estar presentando esta situación y que lo monitorees. Visita con frecuencia a tu proveedor de servicios de salud y no te alarmes ni inicies tratamientos por tu propia cuenta o siguiendo los consejos de familiares o amigos.
Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un
soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de
presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los
tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca
automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.
Un quiste de ovario podría ser milimétrico o, incluso, llegar a medir unos cuantos centímetros. Su tamaño, sin embargo, no es lo más importante. Lo realmente importante es la sintomatología que causa y si su tejido es canceroso o no, por eso es importante que consultes con tu médico.
La ruptura de un quiste de ovario es algo poco común, sin embargo, cambios hormonales, una presión excesiva sobre el área, una lesión en la zona o el embarazo, podría ocasionar el rompimiento, en cuyo caso es preciso buscar atención médica de inmediato.
Usualmente los quistes ováricos desaparecen por acción natural en unos pocos meses, si esto no sucede y, por el contrario, su tamaño aumenta y empiezas a experimentar los síntomas que advierten de su presencia, o sospechas que se rompió, busca siempre acompañamiento médico.