Contenido posible gracias a:
El tabaquismo podría definirse como la adicción a consumir tabaco, el cual es considerado como uno de los hábitos más dañinos para la salud humana; de hecho, pese a los esfuerzos constantes para generar conciencia acerca de las consecuencias que trae el consumo del tabaco, este sigue siendo una amenaza significativa para la salud en muchos países del mundo.
En este artículo podrás conocer más sobre los riesgos del tabaquismo para la salud, los cuales van desde enfermedades graves hasta los problemas sociales y económicos.
El tabaquismo es un factor de riesgo importante para muchas enfermedades graves que son, además, potencialmente mortales. Las siguientes son algunas de las afecciones más comunes relacionadas con el consumo de tabaco:
El consumo de tabaco y cigarrillo es una de las causas principales del cáncer de pulmón, sin embargo, su uso también está relacionado con el cáncer de garganta, boca, páncreas, esófago, cuello uterino, vejiga, riñón, entre otros.
El humo del tabaco contiene carcinógenos que dañan el ADN y aumentan el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Fumar aumenta el riesgo de sufrir afecciones cardiovasculares como enfermedades coronarias, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Esto es debido a que el tabaco promueve la acumulación de placa en las arterias, lo que puede obstruir el flujo sanguíneo y causar problemas cardíacos.
Fumar daña los pulmones y aumenta el riesgo de padecer enfermedades de tipo respiratorio como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la bronquitis crónica. Estas enfermedades pueden provocar dificultades para respirar y tos crónica, con lo cual hay una clara disminución de la calidad de vida.
El consumo de tabaco y cigarrillo se ha relacionado con el aumento del riesgo de enfermedades gastrointestinales como las úlceras pépticas y la enfermedad de Crohn. Además, el riesgo de recaída después de una cirugía de úlcera péptica es más alto en pacientes que fuman.
El tabaquismo también está relacionado con problemas de salud mental. Para muchos fumadores el consumo de tabaco o cigarrillo es una forma de hacer frente al estrés y a la ansiedad, algo que, no obstante, puede llegar a ser contraproducente a largo plazo. La nicotina del tabaco es una sustancia que se considera altamente adictiva, por lo que puede llevar al fumador a la dependencia y dificultar aún más el manejo del estrés. Además, los fumadores, a menudo, experimentan síntomas de abstinencia, como irritabilidad y ansiedad, cuando intentan dejar de fumar.
El consumo de tabaco y cigarrillo suele afectar la calidad de vida de los fumadores y de sus familiares y amigos cercanos. Por ejemplo:
una consecuencia del consumo de tabaco es que puede llevar a la falta de aliento y de capacidad aeróbica, con lo cual también hay una disminución de la resistencia física para hacer ejercicio y aumento de la debilidad en general. Los fumadores, a menudo, tienen menor resistencia física, por lo que pueden tener dificultades para realizar actividades cotidianas.
el costo del tabaco puede ser un problema importante para los fumadores y sus familias, sobre todo, porque en una adicción los fumadores podrían consumir varios paquetes de cigarrillo al día. El consumo de tabaco, además, puede ser una barrera social, ya que muchos lugares públicos prohíben fumar, pues entre los no consumidores de tabaco y el olor de este puede llegar a ser una verdadera molestia.
el consumo de tabaco puede causar conflictos en las familias y relaciones, especialmente cuando algunos miembros fuman y otros no, sobre todo, porque el humo de segunda mano, es decir, el humo que emiten los fumadores y reciben quienes no fuman, también es peligroso para quienes lo inhalan, eventualmente esto puede crear tensiones en el hogar.
el tabaco es una de las principales causas de mortalidad prematura en todo el mundo. Los fumadores tienen una esperanza de vida significativamente más corta en comparación con los no fumadores. Además, el tabaco es una de las principales causas evitables de muerte en muchas sociedades.
El tabaquismo no solo afecta a los fumadores, también a quienes los rodean. La exposición al humo del tabaco por segunda mano, también conocido como humo pasivo, es perjudicial para la salud y puede aumentar el riesgo de enfermedades en no fumadores que se convierten en fumadores pasivos. Los más sensibles a este humo suelen ser los niños, las mujeres en embarazo y las personas con afecciones médicas preexistentes.
A propósito de las mujeres embarazadas, las investigaciones médicas han revelado que fumar durante el embarazo, así como estar expuesta al humo de tabaco y cigarrillo, aumenta el riesgo de complicaciones como parto prematuro, bajo peso al nacer y síndrome de muerte súbita del lactante.
Por su parte, las personas con enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión, fumar o estar en contacto diario con el humo del cigarrillo puede empeorar significativamente su salud y aumentar el riesgo de complicaciones o, incluso, poner en riesgo su vida.
Dejar de fumar es una de las decisiones más importantes que un fumador puede tomar para mejorar su salud y calidad de vida. Estos son algunos pasos que podrían ayudarte a dejar de fumar si esa es tu situación:
Hablar con un profesional de la salud o con un consejero sobre las estrategias y recursos disponibles para dejar de fumar es importante durante el proceso si el fumador considera que no es capaz de hacerlo solo. La familia y los amigos también puede ser un apoyo importante.
Es necesario que el fumador reconozca las situaciones o emociones que los llevan a fumar y que busque otras alternativas saludables para abordarlas.
Existen opciones como los parches, gomas de mascar y hasta inhaladores de nicotina que pueden ayudar a sobrellevar los síntomas de la abstinencia.
Recuerda por qué quieres dejar de fumar. Mantener un registro de tus éxitos y celebrar los logros puede ayudarte a mantenerte motivado.
Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un
soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de
presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los
tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca
automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.
Según la Organización Mundial de la Salud existen tres tipos de consumidores de tabaco de acuerdo a su nivel de consumo: leves, moderados y severos.
Cuando una persona no puede controlar su consumo de tabaco y siente que necesita fumar para estar tranquilo, podría considerarse que padece tabaquismo.
Aunque no los puedas ver o sentir de inmediato, los cambios que se generan por dejar de fumar suceden pasadas apenas unas horas. Los cambios serán visibles a partir de la segunda o tercera semana cuando empezarás a sentirte más enérgico y con más capacidad cardiopulmonar.