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La varicela es una enfermedad viral común que afecta principalmente a niños, aunque también puede infectar a adultos que no la han contraído anteriormente o no han sido vacunados. Esta afección se caracteriza por una erupción cutánea en forma de ampollas y que producen picazón, acompañada de síntomas como fiebre y malestar general. A pesar de ser una enfermedad generalmente leve en la mayoría de los casos, la varicela puede ser contagiosa y, en ocasiones, dar lugar a complicaciones graves. En este artículo vamos a explorar en detalle qué es la varicela, sus síntomas, tratamiento, prevención y por qué es importante estar informados sobre esta infección viral.
La varicela es una afección altamente contagiosa que se origina debido a la infección por el virus varicela-zóster. Esta infección es comúnmente asociada con una erupción cutánea característica que provoca picazón y ampollas en todo el cuerpo. La varicela es más frecuente en niños, pero también puede afectar a adultos que no han sido previamente expuestos al virus.
Este virus pertenece a la familia de los herpesvirus y se propaga principalmente a través del contacto cercano con una persona infectada. Cuando alguien con varicela estornuda, tose o habla, puede liberar partículas virales en el aire que son inhaladas por quienes están cerca, lo que facilita la propagación de la enfermedad. Además, el contacto directo con las ampollas de la erupción también puede transmitir el virus.
La varicela se caracteriza por la aparición de una erupción cutánea con picazón y ampollas en todo el cuerpo. Sin embargo, acá entraremos más en detalle sobre los síntomas más comunes de la varicela:
La varicela se propaga principalmente a través del contacto cercano con una persona infectada. Cuando una persona con varicela tose, estornuda o habla, libera partículas virales en el aire que pueden ser inhaladas por quienes están cerca, lo que facilita la propagación del virus. Además, el contacto directo con las ampollas de la erupción también ayuda a transmitir la enfermedad.
La persona infectada suele ser contagiosa desde uno o dos días antes de que aparezcan las primeras erupciones cutáneas, hasta que todas las ampollas estén secas y formen costras. Esto significa que la varicela puede transmitirse incluso antes de que el afectado sea consciente de que está enfermo.
Aunque la mayoría de los casos de varicela son leves y autolimitados, en raras ocasiones causan complicaciones graves, como infecciones secundarias de la piel, neumonía o encefalitis. Por esta razón, es importante que los padres busquen atención médica si sospechan que su hijo ha contraído varicela.
El tratamiento para la varicela se centra en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. Como la varicela es causada por un virus, no existe una cura específica, pero hay varias medidas que permiten reducir el malestar y promover la recuperación. Estos son algunas de las estrategias de tratamiento más comunes:
La prevención de la varicela es fundamental para evitar la propagación de esta enfermedad viral altamente contagiosa. Aquí te ofrecemos información y consejos sobre cómo prevenir la varicela:
Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un
soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de
presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los
tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca
automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.
Sí, existe una vacuna para prevenir la varicela. La vacuna contra la varicela es una herramienta efectiva para prevenir esta enfermedad. Se administra en dos dosis, generalmente durante la infancia, y proporciona inmunidad contra el virus varicela-zóster.
Una persona con varicela se considera no contagiosa cuando todas las ampollas hayan formado costras. Por lo general, esto ocurre alrededor de cinco a siete días después de la aparición de las ampollas. Es importante tener en cuenta que una persona con varicela puede ser contagiosa desde uno o dos días antes de que aparezcan las ampollas, hasta que todas las lesiones estén en fase de costra.
En primer lugar, se recomienda mantenerse en casa y evitar el contacto cercano con personas no inmunizadas, especialmente embarazadas, bebés y personas con sistemas inmunológicos debilitados. Mantener una buena higiene personal es esencial, incluyendo lavarse las manos con frecuencia y cortar las uñas para evitar rascarse y prevenir infecciones secundarias. Es importante usar ropa cómoda y transpirable para aliviar la picazón y evitar la sudoración excesiva.